sábado, 27 de julio de 2013

Construcción del conocimiento científico en la investigación educativa: ¿es posible?

Landino Orozco, Héctor Fabio.  
Martínez Moreno, Dionicio Rafael. 
Rodríguez Maturana, Augusto César.  
Villorina Regino, Jhon Jairo. 

Maestría en Ciencias de la Educación

Resumen

La construcción del conocimiento en la historia de la humanidad ha estado mediado por la manera como el ser humano se ha acercado a la comprensión de su realidad, y éste se ve influenciado, generalmente, por las creencias, comportamientos (conductas), acciones, creatividad, conjunto de saberes, valores y sobre todo por el contexto histórico en el cual se pretende conocer.  Algunos autores  reconocen cuatro formas o modos de acceder al conocimiento (vulgar, empírico, científico y filosófico) en una disciplina particular, sin embargo desde el punto de vista epistemológico siempre ha interesado comprender y dar respuestas, entre otras, a interrogantes como:   ¿qué se entiende por conocimiento científico? ¿qué procesos se siguen en la construcción del conocimiento científico?, ¿hasta dónde es posible conocer científicamente?.  Estas interrogantes se hacen más reiterativas en la investigación en ciencias sociales, cuestionada por algunos autores desde las ciencias naturales. En este sentido, se pretende en este ensayo reflexionar sobre qué elementos epistemológicos (y/o hermenéuticos) podrían hacer posible la construcción de un conocimiento científico en investigación educativa, entendida esta como  aquella que busca comprender y dar explicación sistemática y racional a los problemas de la realidad educativa.


Palabras claves: ser humano, conocimiento científico, investigación educativa, epistemología, hermenéutica, ciencias sociales.

sábado, 20 de julio de 2013

Revolución de la tecnología de la información

BIBLIOGRAFIA
Castells, Manuel (1996).  The Rise of the Network Society: Economy, Society and Culture v.1: The Information Age: Economy, Society and Culture Vol 1  Capitulo 1. Revolución de la tecnología de la información

Augusto César Rodríguez Maturana


Fuente: Banco de imágenes de www.google.com

El mundo a través de la historia ha ido experimentando una serie de transformaciones ligadas a aspectos económicos, sociales, culturales entre otros, que han afectado a toda la humanidad de forma directa o indirecta. Uno de los cambios más trascendentales ha sido la era de la información, que ha permitido vivir en un mundo globalizado en donde los avances de una u otro forma han hecho de la sociedad un sistema en donde se genera una cultura de interacción, es decir, la cultura social y el estilo de vida de la sociedad ha tendido a una especie de red, en donde surge una conexión de todos los entes que la conforman.

Ahora, esta sociedad red no hubiese sido posible sin la era de la información que surgió a partir de la revolución de la tecnología de la información, lo cual enmarca una serie de sucesos que dieron paso a un estilo de vida diferente de nuestra sociedad.  

Desde la perspectiva de Castell, el principal hecho que marcó un punto de partida para los avances que generaron la era de la información fue la invención de la máquina de vapor durante la primera revolución industrial. La invención de la máquina de vapor fue una innovación fundamental para la posterior creación de nuevos generadores de electricidad que conllevaron a avances en otros campos, en los que se fue capaz de desarrollar aplicaciones y conectarse entre sí. Los generadores de energía hicieron posible los avances tecnológicos en la electrónica durante la segunda guerra mundial. Los principales avances fueron el primer ordenador programable y el transistor. El transistor es la fuente de la microelectrónica y el núcleo de la revolución de la tecnología de la información durante el siglo XX. En mi opinión, la invención del transistor en el año 1947 por Bardeen, Brattain y Shockley, es un hito muy importante para la era de la información ya que hizo posible la comunicación con máquinas y entre ellas y la codificación de la lógica, gracias al procesamiento de impulsos eléctricos a un ritmo más rápido en un modo binario de interrupción y paso. Luego, en el año 1957 se creó el circuito integrado por Kilby y Noyce, lo que genero después de 5 años la caída en los precios y el aumento en la producción para una más rápida difusión del circuito integrado en el mercado. En el año 1971, Tedd HOff creó el microprocesador, es decir, el ordenador en un chip que permitió instalar el poder de procesamiento de la información en todas partes. En el año 1975, Roberts inventó la caja de cálculo (Altair), era un ordenador de pequeña escala en torno a un microprocesador. Después de esto, Steve Wozniak y Steve Jobs dos estudiantes que se retiraron de sus estudios, crearon en Menlo Park el primer microprocesador comercializado con éxito, que se convirtió en la leyenda fundadora de la era de la información, estos microprocesadores fueron Apple I y Apple II en el años 1975. Un año después se fundó Apple Computers con tres socios y 91000 dólares de capital y en el año 1992 ya tenían 583 millones en ventas.

En el año 1981 IBM lanzó su propio microordenador denominado Ordenador Personal (PC), pero fue clonado sobretodo en Asia debido a que la tecnología fue desarrollada para IBM por otras fuentes, la tecnología de IBM se convirtió en un estándar. El Macintosh de Apple en 1984 fue un paso importante para una informática que piensa en el usuario, ya que introdujeron la tecnología de interfaz de usuario utilizando iconos.

Para difundir los microprocesadores se necesito crear un software que se adaptara a su funcionamiento. Con esto nació Microsoft, el software para los ordenadores personales que surgió a mediados de los años setenta. Fue creado por dos jóvenes que dejaron sus estudios en la Universidad de Harvard para adaptar el BASIC a la máquina Altair, dichos jóvenes (Bill Gates y Paul Allen), fundaron Microsoft que transformó el dominio del software del sistema operativo en dominio del software del mercado del microprocesador en su conjunto, un mercado que sigue creciendo de forma exponencial.

En conclusión, los hitos más importantes durante la historia de la revolución de la tecnología de la información hasta la fecha han sido los avances en microelectrónica y software debido a sus capacidades de interconexión, gracias a los avances en las telecomunicaciones como en las tecnologías de las redes informáticas durante la década de 1970, y esto a su vez, se debió por los nuevos dispositivos microelectrónicos y a su utilización en la intensificación de la capacidad de la informática.



Principales retos a los que se enfrenta la formación de docentes hoy



Fuente: Banco de imágenes de www.google.com


Augusto César Rodríguez Maturana

Como toda práctica social la formación está determinada por los paradigmas de cada época.  En este sentido, lo que hoy es válido y aceptado, mañana  ya no puede serlo; y las políticas públicas en formación de docentes, no escapan a esta realidad.  Para el caso colombiano, la Ley 115 de 1994, orienta el sistema educativo nacional, y está pensado en un modelo de enseñanza – aprendizaje que exige docentes con competencias y habilidades que respondan a las necesidades del mundo globalizado y les permita “ser reconocidos” en la sociedad de la información, y del conocimiento.   Esta realidad, invita a una revisión y dinamización de las políticas  públicas de formación docente en el país; y un cambio de actitud y permanente cualificación de los profesionales de la docencia, quienes pasan de ser: “poseedores de la verdad” a orientadores en la construcción de los conocimientos por parte del estudiante, de ser “dictadores de clases” a docente investigador.  Cabe preguntarse: ¿el docente está dispuesto a asumir estos cambios, que lo sacan de su acostumbrada  zona de confort?

Estamos viviendo grandes cambios, que sin lugar a dudas afectan directamente a la educación, en el ¿qué enseñar? y ¿cómo enseñar?; lo que implica que desde las facultades de educación y las escuelas normales (encargadas de la formación del docente) del país, antes que agotar contenidos y estudiar modelos, es pertinente  “formar”  para la investigación, y  la construcción de conocimientos, invitando al docente a reinventarse cada día, a ser el principal crítico de su práctica pedagógica; puesto que debe enfrentar, entre otros, los grandes fenómenos sociales de la época:
  
a) La Globalización.  Invita al docente a apropiarse de su entorno y relacionarlo con otros contextos sociales, que permitan la adquisición de competencias y habilidades como lo demanda la sociedad actual, ya que el joven de hoy se enfrenta al amplio mundo de la información; y esto hace que el reto del maestro sea mayor, puesto que ello está ligado al interés del escolar por apropiarse en el campo de la formación.  En este sentido, hay que tener presente, que mucha de la información presente en las comunidades virtuales informa, pero no forma.

Tristemente, algunas escuelas normales y facultades de educación, se han convertido en “industrias de la educación”,  limitándose a “formar en serie” una cantidad anual de “Licenciados”, respondiendo a la economía de mercado que propone el mundo globalizado, olvidando la formación en valores, educar para el futuro, y para la vida.  Desde esta perspectiva, el sistema educativo tendría un doble papel por jugar: Internacionalizarse, para moverse en ese nuevo entorno (globalización) con pertinencia y servir de mediación en el dialogo intercultural, manteniendo un interés central en la identidad nacional (Orozco, et al, 2008)

Este es el primer reto a vencer para la formación docente: lograr un nuevo docente capaz de transformar la realidad, que dé respuesta a las competencias exigidas en un mundo globalizado; respetando los principios éticos, y morales que aporten al sueño de un mejor país.

b) La Sociedad del Conocimiento. Transforma la educación basada en la simple transmisión de datos a una interacción permanente con redes virtuales de información a partir de nodos de producción de conocimientos.  Esta nueva realidad, ubica al maestro en un nuevo rol, el de orientar y despertar en el estudiante las habilidades necesarias para indagar, seleccionar, clasificar, interpretar la información disponible, y a partir de ella generar nuevos conocimientos; sin embargo todo esto solo es posible, si el docente es formado para ello.  

Este es el segundo reto para la formación docente actual, y para el docente mismo, “formar” para la investigación, para la permanente consulta y actualización; con habilidades y competencias que propicien un dialogo intergeneracional en donde tanto estudiantes como docentes se encuentren en constante aprendizaje. Hasta para preparar al docente a cuestionarse, hay que cambiar el proceso de “formación de formadores” de las facultades de educación y las escuelas normales.  Pero, ¿está dispuesto el docente a reconocer que diariamente sus estudiantes lo enseñan? Es el reto del mismo docente.

c) El uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, que son los medios en los que circula la sociedad del conocimiento, contribuye a reemplazar la cultura del libro, por la de la imagen (Orozco et al, 2001).  Preparar al docente para enfrentar el crecimiento exponencial de la información disponible, es un gran reto, puesto que las formas de aprender han cambiado, por lo que las formas de enseñar imperativamente deben cambiar.  Hoy no se trata de repetir y memorizar; hoy es necesario saber seleccionar, comprender, analizar, interpretar y criticar la información, y a partir de allí construir.  Es decir, se debe formar para la investigación.

Pero las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, también son cambiantes,  entonces, es formar docentes capaces de “cambiar con el cambio”, de reinventar su práctica, sin perder de vista los avances tecnológicos y las nuevas formas de interrelacionarse y construir sociedades (redes) de  información y conocimiento.  Para ello hay que desprenderse de la posición dominante y casi dictatorial del maestro de antaño. ¿Cómo formar al “nuevo maestro”, si en nuestras facultades de educación y normales se encuentran “viejos maestros”?   Esos “viejos maestros” enfrentan el reto de hacerlo.

d) Desarrollo en el campo intelectual de la epistemología, la psicología, la pedagogía y la ética.  Afirma Tamayo (2007), asistimos hoy a un verdadero cambio de paradigmas en el orden del conocimiento.

Nueva visión epistemológica.  Hoy el modelo de cientificidad desde el pensamiento positivista se encuentra en crisis, puesto que éste concibe el mundo como dado y estático, desconociendo el mundo de la cultura y la historicidad misma. Las facultades de educación y escuelas normales deben resolver el interrogante  ¿Cómo “formar” al docente para una nueva visión epistemológica que  reconoce la construcción del conocimiento desde  diferentes y variadas fuentes, reconociendo las particularidades de cada contexto? Hay que tener presente que lo conocido y aceptado hasta hoy en cuanto a construcción e conocimiento e investigación, se ha revaluado, y se requieren nuevas competencias y habilidades.

Revolución cognitiva de la psicología. Del modelo conductista (estímulo – respuesta), se pasa a reconocer que “la mente es activa y se transforma en sus estructuras conceptual, metodológica, axiológica y pragmática”  (Tamayo, 2007);  cambiando radicalmente la concepción el conocimiento y su construcción que hasta hoy se había aceptado como válida.  Debe pensarse entones en ¿Cómo formar al docente sin desconocer las múltiples formas de la mente, para que éste a su vez haga lo mismo con sus estudiantes?

Reconceptualización del campo de la ética y de la filosofía de los valores.  De acuerdo con Tamayo (2007), lo ético se convierte en eje fundamental de la educación y busca la valoración de la enseñanza y la educación, desde la pregunta por los fines que la orientan, Otro de los retos que afronta el docente hoy (y por ende su proceso de formación) es ¿Cómo formar hombres más humanos, más solidarios, más respetuosos de las diferencias y no solamente más eruditos y especializados?  En el marco de una sociedad que dejó atrás las concepciones de Kant sobre lo moral y lo ético, y dio paso a una ética civil que compromete a sujetos en procesos de discusión, en donde lo válido es aceptar con tolerancia y respeto aquel que tenga mejor argumento.

Todos estos cambios paradigmáticos han dado paso a una nueva concepción de la pedagogía, que deja de ser entendida como simple método para la transmisión de contenido, a ser hoy concebida con una diversidad de alternativas.  Para el caso colombiano, Tamayo (2007) distingue cuatro corrientes consolidadas de pedagogía, que pueden aprovecharse a la hora de la formación de los docentes.  Estas son:

La Pedagogía como dispositivo.  Se asume la pedagogía como “práctica discursiva” conformada por diversos dominios y analizada desde la sociolingüística.  Es la posición del profesor Mario Díaz V., basado Foucault, Bordieu, Passeron y principalmente B. Bernstein.

La Pedagogía como disciplina.  Concibe la pedagogía como la disciplina que conceptualiza, amplia y experimenta los distintos conocimientos acerca de la enseñanza de los saberes específicos en una determinada cultura (Zuluaga, 1987: 11).  Asumida y liderada por la profesora Olga Lucia Zuluaga.  A partir de la Arquitectura del Saber, de M. Foucault y de la genealogía de G. Canguilhem, se rastrea y reconstruye la epistemología del discurso pedagógico y se asume la pedagogía como una disciplina o conjunto de saberes y prácticas.

La Pedagogía como disciplina reconstructiva.  Liderada por Carlo Federicci.  Concibe la pedagogía como una disciplina que debe ser reconstruida a partir de las competencias comunicativas y especializadas.  Abogan por una pedagogía hedonista, basada en la expresión de los deseos, en contra de una pedagogía ascética, basada en las normas y el sacrificio.

La Pedagogía en el enfoque constructivista.  Es más una posición epistemológica con consecuencias didácticas, que una pedagogía, peor a partir de ella es posible construir un campo de saber  que permita elaborar propuestas alternativas para el mejoramiento de la práctica docente.  Asume la enseñanza como la construcción de escenarios que posibilitan cambios y direcciona el aprendizaje para que se oriente a la construcción de significados más potentes, adecuados y complejos y abre un campo amplio para convertir la docencia en objeto de investigación.

Estas nuevas maneras de  concebir la pedagogía, se convierten igualmente en un reto para el proceso de formación docente,  pues  se debe guiar al “nuevo maestro” a que adopte una postura crítica ante ellas y aborde su práctica docente desde aquella que, desde su perspectiva, satisfaga sus intereses como formador de seres humanos.  

En todo caso, para el Dr. José Granés (2000:130), sugiere que la formación docente debe seguir los siguientes principios:

Contribuir al proceso de socialización de una cultura especializada
Propiciar un dominio de los lenguajes propios del área o disciplina que enseña
Fundamentarse en la pedagogía y la didáctica

De acuerdo con Tamayo (2011), “pedagogía, conocimiento y ética serán los ejes sobre los que se construirá la identidad del maestro como trabajador de la cultura, hombre público e intelectual orgánico”.  El gran reto de  las políticas públicas; las  facultades de educación y escuelas normales del país; es asumir los cambios  y responder a las exigencias que estos nos imponen.

Referencias Bibliográficas

Granes, J.  (2000).  La formación de profesores en la educación superior colombiana.  Bogotá: Ed. ICFES

Orozco, L.E. (2001).  Bases para una política de Estado en materia de educación superior.  Bogotá: ICFES – MEN

Tamayo, A (2003).  Tendencias de la pedagogía en Colombia.  Tunja: Ed. UPTC.  Núms. 30 y 31

Tamayo, A (2007).  Nuevos paradigmas en la formación de docentes.  Cuadernos de Psicopedagogía No. 4. P. 109 - 116

Tamayo, A (2011).  Cómo identificar formas de enseñanza.  Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.  3era. Edición.  122 p.   (Colección mesa redonda)

Zuluaga, O. (1987).  Pedagogía e historia.  Bogotá: Ed. Foro

Realidad virtual y arritmia social

BIBLIOGRAFIA
Castells, Manuel (1996).  The Rise of the Network Society: Economy, Society and Culture v.1: The Information Age: Economy, Society and Culture Vol 1  Capitulos 5, 6 y 7. Realidad virtual y arritmia social

Augusto César Rodríguez Maturana

La sociedad colombiana se encuentra inmersa en un la Realidad Virtual,  existe una gran influencia de las telecomunicaciones, del internet, de la televisión por cable, ya no se imagina un mundo sin estos componentes que hacen la vida mucho más fácil y dinámica.  Y Cartagena, no escapa de esta situación, sobre todo la población juvenil.  Por su parte, las empresas comienzan a hacer uso de las tecnologías para ser más dinámicos y efectivos sus procesos.  Pro ello encontramos desde la micro, pequeña, mediana y gran empresa inmersa en un mundo de tecnología, que aunque en vías de desarrollo, nos dicen que existe un interés para que estos espacios flujos de información crezcan y den los resultados esperados en un corto plazo.  Por estas características, se puede afirmar que Cartagena cuenta con la virtualidad necesaria para pertenece a estos espacios de flujo.  Pertenecer a este espacio, según Castells, tiene algunos requisitos, como son alta productividad, buena infraestructura tecnológica y vial y capacidad de generación de conocimiento funcional y comercialización.

En este sentido, el autor al hablar de espacio de los flujos, se refiere a la  localización, infraestructura tecnológica y de comunicaciones y estructura de las grandes empresas, megaciudades y ciudades en las que se ha organizado la aldea global para el manejo de los negocios, del capital, de la producción, la innovación (I+D) y de la información.

Aún con sus múltiples limitaciones, y su contrastes de pobreza, la ciudad cuenta en la actualidad de empresas con proyección global, por la situación privilegiada de sus puertos y las exigencias de talla mundial que como ciudad turística y portuaria le amerita.  Es claro que hasta el momento no se tiene I+D propios de una ciudad avanzada, ni una infraestructura adecuada para la producción en gran escala, pero es igualmente cierto que el contar copn un puerto con 4 muelles privados de uso público y 24 de empresas privadas del sector Industrial de Mamonal,  hacen posible la expansión de la virtualidad.

Desde esta perspectiva, la ciudad se encuentra inmersa en la dinámica de los flujos, sin pertenecer a este espacio,  por su comercio, por ser puerto internacional aéreo, marítimo, fluvial y terrestre y por su interconexión en comunicaciones, también por ser base de muchas empresas extranjeras, estar abierta a la inversión de capitales en la construcción, el turismo, el comercio, los servicios y otras áreas.

Por otra parte, afirma Castells, que como consecuencia de los nuevos desarrollos tecnológicos, organizativos y sociales característicos de la nueva sociedad emergente y formulando esta hipótesis: «La sociedad red se caracteriza por la ruptura de la ritmialidad, tanto biológica como social, asociada con la noción de un ciclo vital».  En conclusión  «Las funciones y los procesos dominantes en la era de la información cada vez se organizan más en torno a redes».,  «El nuevo paradigma de la tecnología de la información proporciona la base material para que su expansión cale toda la estructura social».

En efecto la sociedad cartagenera ha sufrido grandes cambios  a causa de la realidad virtual y el uso de las tecnologías.  La arritmia social nos indica que el ciclo vital de las personas consideradas como grupos sociales se ha alterado con el surgimiento de las nuevas tecnologías, de la empresa red, la virtualidad real y los espacios de flujos.


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La transformación del empleo, la nueva economía y sus desafíos en la sociedad

BIBLIOGRAFIA
Castells, Manuel (1996).  The Rise of the Network Society: Economy, Society and Culture v.1: The Information Age: Economy, Society and Culture Vol 1  Capitulo 4. La transformación del empleo, la nueva economía y sus desafíos en la sociedad 

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Augusto César Rodríguez Maturana

El autor afirma que el trabajo y el empleo han sufrido verdaderas transformaciones las cuales él ha estudiado entre 1970 y 1990;  y adicionalmente proyecta sus estudios hasta los inicios del siglo XXI.   Las principales de la nueva economía, en materia de trabajo y empleo, apalancados por la utilización de nuevas tecnologías de la información al interior de las empresas, hacen referencia  a la desaparición progresiva del trabajo agrícola; el descenso del empleo industrial tradicional, el ascenso de los servicios de producción y sociales, sobre todo la diversificación de las actividades de servicios y el ascenso de los puestos ejecutivos, profesionales y técnicos por mayor demanda de capacitación.  Esto pro lo general ha traído como consecuencia un incremento de los niveles más elevados y bajos de la estructura ocupacional  y una mejora relativa de la estructura ocupacional a lo largo del tiempo.

Desde este marco, es posible afirmar que el  trabajo se ha vuelto flexible, dado que ha habido una evolución hacia una producción basada en el conocimiento, más sistematizada, que incluye mucho de automatización por lo que se ha aumentado la producción con menor mano de obra. Además, se han expandido las fronteras de las empresas hasta llegar a la empresa red.   Es decir, la forma tradicional de trabajo, ha cambiado por tareas ocupacionales bien definidas.  (Castells, p.297).

En el  nuevo modelo de producción y gestión global equivale a la integración de proceso   de trabajo y la desintegración de la fuerza de trabajo simultáneamente, Este modelo no es la consecuencia inevitable del paradigma informacional, si no el resultado de la elección económica y política realizada por gobiernos y empresas que seleccionan en el proceso de transición a la nueva economía informacional, utilizando sobretodo los aumentos de la productividad para lograr una rentabilidad a corto plazo. Primero la mecanización y luego la automatización han venido transformando el trabajo humano durante décadas siempre desencadenando debates similares entorno a los temas del desplazamiento de trabajadores, productividad frente a alienación, control administrativa frente a autonomía laboral.

Es importante resaltar, que con el apoyo de nuevas prácticas como la subcontratación, el outsourcing las consultorías, se ha logrado este nuevo modelo  una mayor descentralización de la gestión, individualización del trabajo, personalización de los mercados, segmentación del trabajo y fragmentación de las sociedades.  Es decir, así como las empresas cada vez son más flexibles organizativamente, el empleo igualmente cada día es más flexible, dándole mayor cabida a las empresas Red.

Para el caso colombiano, existen fenómenos laborales que están acordes con los planteamientos de Castell, más por las condiciones socioeconómicas de muchos colombianos, que por una tendencia de la economía organizada, este es el caso de la economía informal, que cada día crece más, pero de manera desorganizada.  Sin embargo, igualmente se ve un creciente número de personas dedicadas a sus propios negocios, con ventas de catálogos,  negocios pro internet, quizás sin el pensamiento de crecer como empresa, pero de alguna manera el empleo comienza a flexibilizarse, y las personas comienzan a pensar diferente ante la oportunidad de generar ingresos.

En un contexto más amplio, mientras que el número de puesto de trabajo en la fabricación está descendiendo, está creciendo rápidamente en los países en vía de desarrollo el trabajo informal y las nuevas economías de mercado.  Una mayor productividad, mejores niveles de vida y mayor empleo, una vez que se aplican ciertas elecciones tecnológicas, las trayectorias tecnológicas quedan encerradas.

Podría pensarse que este nuevo modelo favorece la producción en las empresas manufactureras y de servicios, toda vez que permite la creación de nuevas estrategias de producción y distribución, sin las obligaciones contractuales y pensiónales que antes frenaban la productividad y los planes de expansión en algunas empresas.  Si bien la falta de vías y de interconexión en algunas empresas, son el principal escollo para esta nueva economía, el cambio de paradigmas y de pensamiento del profesional y de las personas en general, hacen `posible que desde una nueva estructura organizacional se generen ingresos en beneficio tanto de las empresas como de los trabajadores.

La empresa red: cultura, instituciones y organizaciones de la economía informal

BIBLIOGRAFIA
Castells, Manuel (1996).  The Rise of the Network Society: Economy, Society and Culture v.1: The Information Age: Economy, Society and Culture Vol 1  Capitulo 3. La revolución de la tecnología de la información. La empresa red: cultura, instituciones y organizaciones de la economía informal

Augusto C. Rodríguez Maturana

La economía informacional, como todas las distintas formas históricas de producción, se caracteriza por su cultura e instituciones específicas. No obstante, en este marco analítico, la cultura no debe considerarse un conjunto de valores y creencias vinculados a una sociedad particular. Lo que caracteriza al desarrollo de la economía informacional y global es precisamente su surgimiento en contextos culturales-nacionales muy diferentes, así como su alcance planetario, que afecta a todos los países y lleva a un marco de referencia multicultural. En efecto, los intentos de proponer una teoría de "economía cultural" que dé cuenta de los nuevos procesos de desarrollo en virtud de filosofías y mentalidades.

Pero la diversidad de los contextos culturales donde la economía informacional surge y evoluciona no descarta la existencia de una matriz común de formas organizativas para los procesos de producción, consumo y distribución.

En época de crisis económicas, las empresas requieren de una flexibilidad organizativa, es decir, de un cambio organizacional que pueda ser aplicado mediante un modelo de redes multidireccionales tanto a pequeñas  y medianas empresa.  Las grandes perdedoras de la crisis serán las pequeñas y medianas empresas independientes, muchas de las cuales serán absorbidas o desaparecerán, entrándose en un proceso de reorganización en el que nacerán empresas de nuevo cuño.   Sin embargo, aquellas, que se encuentren preparadas para afrontar nuevos retos, y que hayan flexibilizado sus sistemas organizativos se fortalecerán.  Según Saiz, en la estructura económica de los países occidentales predominan las PYMES (entre un 70 y un 95% de las empresas de cada país pertenecen a esa categoría) y tras la crisis no variará esa tendencia. Pero sí la función estructural que cumplen estas empresas. “Hay muchas PYMES que dependen de las grandes compañías y a medida que éstas crecen, van dando más trabajo a PYMES que funcionan a su alrededor de ellas. Por lo tanto, las PYMES perderán independencia, ya que serán las firmas más grandes quienes las proporcionarán el trabajo, pero no descenderán en número”.

Las grandes empresas, por su parte,  con niveles de información y recursos adecuados, podrían afrontar tales errores mejor que las redes fragmentadas y descentralizadas, siempre que usen la adaptabilidad además de la flexibilidad.  Ello implica la capacidad de la empresa para reestructurarse, no sólo eliminando la redundancia, sino asignando las capacidades de reprogramación a todos sus sensores, mientras reintegra la lógica general del sistema empresarial en un centro de toma de decisiones que funcione en línea con las unidades interconectas en tiempo real.   La “empresa horizontal” es una red dinámica y estratégicamente planeada de unidades autoprogramadas y autodirigidas basada en la descentralización, participación y coordinación.

El modelo de red también resulta efectivo en el ámbito de la producción, puesto que podrá dar trabajo a pequeñas firmas y hogares.  Este tipo de organización es una forma de concierto intermedia entre la desintegración vertical de los acuerdos de subcontratación de una gran compañía y las redes horizontales de las empresas pequeñas.  Es una red horizontal, pero se basa en un conjunto de relaciones periféricas, tanto en el aspecto del suministro como en el de la demanda dentro del  proceso.

En Colombia, apenas despega este tipo de empresas, y se incursiona en el uso de las nuevas tecnologías a favor de las empresas; actualmente el país tiene más de 400 tiendas que ofrecen su mercancía en línea y en total hay más de 700.000 productos que se pueden ver y comprar a través de la Red.  Estos datos, de los pocos recientes que se tienen de comercio electrónico en Colombia, son de la empresa brasileña BuscaPé, especializada en localizar productos disponibles en la Web y comparar los precios a los que los venden los diferentes sitios de comercio en línea en el país (la dirección Web en Colombia es www.buscape.com.co).  En opinión de Bernardo Vanegas, gerente de BuscaPé Colombia, estas cifras acercan al país a los promedios de comercio electrónico en la región y demuestran que las ventas en línea empiezan a ser una realidad en el territorio colombiano.

El principal reto que enfrenta la empresa Red en Colombia es el cambio de paradigmas en la sociedad, aún existe desconfianza en este tipo de comercio, tato para los inversionistas, empresarios e inclusive para muchos usuarios.  El poco acceso a la tecnología en ciertas regiones  y la subutilización de las TIC a nivel empresarial serán otro escollo a superar.

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viernes, 12 de julio de 2013

Inteligencia Colectiva

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¿Qué es la inteligencia colectiva?
Es una inteligencia repartida en todas partes, valorizada constantemente, coordinada en tiempo real, que conduce a una movilización efectiva de las competencias. Agregamos a nuestra definición esta idea indispensable: el fundamento y el objetivo de la inteligencia colectiva es el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo de las personas, y no el culto de comunidades fetichizadas o hipóstasiadas.

Una inteligencia repartida en todas partes: tal es nuestro axioma de partida. Nadie lo sabe todo, todo el mundo sabe algo, todo el conocimiento está en la humanidad. No existe ningún reservorio de conocimiento trascendente y el conocimiento no es otro que lo que sabe la gente. La luz del espíritu brilla incluso allí donde se trata de hacer creer que no hay inteligencia: “fracaso escolar”, “simple ejecución”, “subdesarrollo”, etcétera. El juicio global de ignorancia se torna contra el que lo emite. Si lo asalta la debilidad de pensar que alguien es ignorante, busque en qué contexto lo que él sabe se convierte en oro.



P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 1



P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 2


P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 3


P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 4


P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 5


P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 6


P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 7



P Lévy   Intelligenza collettiva   parte 8





Sociedad de la Cibercultura, Relaciones Interculturales


Cibercultura - Pierre Levy


martes, 9 de julio de 2013

Formación Virtual: retos y perspectivas

No ha sido en vano el desarrollo del concepto formación desde la antigua PAIDEIA griega (Jaeger,1992) al proponer virtudes, saberes, oficios, destrezas y habilidades como el eje central del acto formativo. Conocimiento, dominio de un oficio y espiritualidad son conceptos de articulan el sentido de esta palabra. Hegel (1974,  1983) aduce al concepto y sentido de la Formación como el desarrollo espiritual que es inherente a todo ser humano, y su condición interna que le motiva hacia la  construcción de su propio conocimiento.

Sobre la base de esta premisa, todo aquello que el ser humano piensa, hace y siente, está enmarcado en un sentido que se predetermina por el devenir de su propia historia  y naturaleza humana (Heideger, 1994). Los resultados de sus acciones engendradas en sus capacidades, fortalezas, y talentos (Areté y techné) le llevan al logro de una “altura” suficiente que le permite ser mejor ciudadano, mejor ser humano y, ser cultura (Bildung) en un espacio vivo diverso (Gadamer, 2001) en el que se logra la plenitud humana, sobre la base de una educación para la EPI Paideia versus EPI Techné (Royo Hernández, 2008).

La necesidad formativa en tiempos de la educación virtual, se centra en generar procesos flexibles, de aprendizaje personalizado y/o en red con altos niveles de especialización en el hacer (Levy, 2007). La formación desde esta perspectiva, se orienta hacia la condición de aprender a pensar, ayudada de herramientas infocomunicacionales a través de las cuales surge la mediación racional y simbólica  (Levy, 2007:144).

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Formación Virtual